Estiamdos y estimadas docentes pongo a su dispisición las diapositivas relacionadas a la Categorización del mundo, la información es extraida de Feldman, Meyers y otros.
martes, 20 de noviembre de 2012
domingo, 18 de noviembre de 2012
EL MANEJO DE LA DISCIPLINA EN EL SISTEMA EDUCATIVO
En las últimas décadas se ha escrito
mucho sobre el fenómeno de la violencia en general y con especial acento en el
ámbito educativo; ya que el manejo de la disciplina estudiantil, es
probablemente la principal preocupación de toda institución educativa; preocupación
incluso mayor que la relacionada a la construcción del conocimiento.
Aparentemente una de las aristas del
problema del manejo disciplinario, se asienta en el enfoque general del mismo;
la manera en que la disciplina se entiende en la escuela, las creencias que
tienen los directivos y profesores respecto a lo que debe ser un aula
"disciplinada" y sus supuestos sobre lo que es correcto o incorrecto
y debe o no permitirse en las relaciones entre estudiantes, profesores,
directivos, administrativos y personal de apoyo.
Ésta realidad es muy compleja porque en
ella se entrelazan factores muy diversos; las investigaciones y el análisis
sobre el fenómeno son aún precarios (en nuestro país) y las respuestas
educativas son igualmente distintas y con mucha frecuencia: inadecuadas, imprecisas
y a destiempo. Si no entendemos que la comunidad educativa es un microcosmos
que reproduce los procesos, acontecimientos y problemas que afectan a la
sociedad, será muy difícil el delinear acciones de prevención a nivel particular
y mucho menos carácter nacional.
Por otro lado, es fundamental conocer y
comprender las características psicológicas y emocionales de los principales
actores y actrices de esta obra, los y las estudiantes; quienes al encontrarse
en un proceso de formación de la personalidad, presentan mayor susceptibilidad
frente a los acontecimientos que se dan en su entorno inmediato. La
adolescencia está marcada por fuertes cambios en lo físico, emocional, social y
cognoscitivo, escenario favorable para que experimenten dramáticas variaciones
en su estado de ánimo y su forma de concebir el mundo.
En este escenario los y las educadoras deben
cumplir un rol fundamental, no solamente como transmisores de información. Las condiciones
actuales en el mundo requieren un tipo diferente de educador; una persona que asuma
el reto de transformarse en orientador, guía, formador, capaz de regular las
interrelaciones en el aula, y de potenciar el desarrollo integral de sus educandos.
Para ello debe conocer el mundo y el entorno en el que transcurre la vida de
sus estudiantes; sus preocupaciones, intereses y necesidades. Debe poseer una
gran cantidad de recursos pedagógicos, destrezas y habilidades sociales, que le
permitan establecer relaciones que potencien el proceso de
enseñanza-aprendizaje en un entorno socialmente propositivo, respetuoso y
solidario. Orientado hacia una educación: liberadora, crítica y transformadora.
¿El manejo de la disciplina en clase es total
responsabilidad del docente?
¡Pues no en su totalidad!
Es más, permítanme expresarles mi profundo
desacuerdo con las prácticas institucionales que intentan endilgar a los y las
docentes una ardua tarea, sin facilitarles por lo memos las líneas básicas de
capacitación en: construcción de clima de clase, estrategias de prevención de disrupción,
mediación de pequeños conflictos, línea de procedimientos frente a
acontecimientos disruptivos, agresivos y violentos. Llegando al nivel incluso
de responsabilizar al docente por los acontecimientos que se dan entre
estudiantes, o de ellos contra los docentes.
Esto es un secreto a voces, y muchos
docentes por no decir la gran mayoría, son disuadidos a guardar silencia frente
a acontecimiento agresivos y violentos, bajo la pantalla del prejuicio
expresado como “cuidado de la imagen institucional”, discurso bajo el cual se
perpetran actos humillantes para muchos estudiantes victimas de acoso y
violencia, así como a profesores y profesoras maltratados, que callan por
cuidar su espacio laboral.
El proceso de prevención de la violencia
en el sistema educativo, requiere de un sinceramiento de todos quienes participan
en el proceso educativo (directivos nacionales, provinciales, dueños de
instituciones, directivos, especialistas, docentes, administrativos, padres de
familia, estudiantes). Las estrategias deben ser globales en su concepción y
específicas en cada aplicación, y deben emplear el primer principio de la
prevención que es, NO GUARDAR SILENCIO FRENTE A UN ACTO INADECUADO.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Bases pedagógicas de diseño curricular
domingo, 11 de noviembre de 2012
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